En las últimas décadas, el uso de la tecnología ha tomado un importante papel en la realización de labores cotidianas para individuos y colectivos en tareas simples como conectar con los otros, y complejas como en la toma de decisiones. En las áreas de
la salud ha tenido múltiples aplicaciones en el apoyo de la evaluación de los pacientes y de los exámenes diagnósticos, en el cálculo de las probabilidades de determinados diagnósticos y en el tratamiento idóneo según
el análisis particularizado de la población, por mencionar algunos.
A pesar de las bondades mencionadas, es necesario adicionar que de la mano del uso de la tecnología viene el abuso y la desinformación, por lo cual esta se debe consumir con responsabilidad; ampliar panoramas, romper paradigmas, desmitificar el reemplazo
de profesionales por máquinas o robots y reforzar la idea de las herramientas tecnológicas como aliadas, es decir, como complemento al quehacer profesional.
En aras de comprender y reflexionar sobre el uso de la tecnología en el campo de la salud, se hace necesario identificar con qué recursos tecnológicos se cuenta, analizar ética y críticamente la aplicación que han tenido hasta ahora y realizar una simulación
del uso de la tecnología para que cada estudiante tome una decisión consciente e informada acerca del espacio que le cederá a las herramientas tecnológicas dentro su práctica profesional.